Escapar de la trampa de la inercia

¡Hola!

Me gustaría compartir un pensamiento rápido contigo. Recientemente, estuve reflexionando sobre algunos de los peores hábitos que pueden colarse en nuestras vidas sin que nos demos cuenta. Uno que destaca para mí como una gran bestia oculta es dejarte llevar por la inercia.

¿Qué es la inercia?

Pero, ¿qué significa eso? Básicamente, se trata de no detenerte a cuestionar si lo que estás haciendo realmente tiene sentido. ¿Estás siguiendo un propósito o dejándote guiar por alguna ideología? ¿Te está aportando algo bueno? ¿Tus valores están alineados? He visto a demasiadas personas atrapadas en relaciones tóxicas o trabajos sin futuro porque no se toman un momento para detenerse, reflexionar y hacerse este tipo de preguntas.

Por supuesto, muchas veces tienes que estar trabajando en un trabajo de mierda por razones más importantes, como mantener a tu familia (recuerdo el capítulo sobre Homer y Maggie y su trabajo en la fábrica nuclear), pero ese es tu propósito, esa es tu razón.

Me refiero específicamente a ese bucle tóxico en el que entras cuando te das cuenta de que no quieres detenerte a pensar porque eres parte del problema.

¿Por qué pasa esto?

¿Por qué sucede este tipo de situación? Porque el cambio es desafiante y, sinceramente, puede ser bastante aterrador. Es mucho más fácil lidiar con ese molesto goteo, goteo, goteo en tu cabeza todos los días que averiguar de dónde diablos viene la fuga y arreglarla.

Conclusión

Así que, la próxima vez que te encuentres dejándote llevar por la corriente, pregúntate:

¿Esto es realmente lo que quiero? Sé que es jodido, y aterrador el cambio, pero bajo mi propia experiencia es mucho mejor invertir de forma concentrada algo de dolor y energía a corto plazo y disfrutar durante mucho tiempo de lo que el cambio te lleva, que mantener ese error durante el largo plazo.

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