No intentes ser el más listo de la reunión, intenta ser el más amable.
Nunca me he considerado alguien especialmente inteligente. Es decir, creo que tengo un «ojo» o un «olfato» para detectar cosas buenas y malas con antelación, pero he estado haciendo tantas cosas diferentes a lo largo de mi carrera que no soy experto en nada en particular. En español, tenemos un dicho: «Maestro Liendre: De tó sabe, pero de ná entiende» y creo que aquí encaja perfectamente.
Tal vez por eso tenía en mente esta frase antes de cada reunión que tuve en los últimos años. «No intentes ser el más inteligente de la habitación; trata de ser el más amable».
¿Qué significa eso? Bueno, el punto principal es estar siempre dispuesto a ayudar.
Esto puede parecer un consejo obvio, pero en el mundo empresarial de ganar y perder, y que mucha gente todavía usa similes de «guerra» para referirse a reuniones y negociaciones. Esta "soft skill" cambia las reglas del juego.
Esto es lo que espero de alguien amable en una reunión, podríamos llamarlo «The kind Framework» o «El Framework Güenagent»:
- Escuchar. Esto es muy importante y bastante difícil de encontrar en las reuniones. Muchas personas llegan con un discurso en la cabeza y solo esperan su turno para vomitar su speech sin ningún vínculo o contexto con los puntos de vista de los demás.
- Ser respetuoso. Ser amable es el nuevo punk, y el respeto y la comprensión de otras realidades son la piedra de Rosetta. No solo debemos tratar de ser respetuosos, sino también exigirlo a los demás.
- Ser empático. Esto está estrechamente relacionado con escuchar. Debes entender los antecedentes de los temas o problemas que las personas plantean y ponerte en su lugar.
- Ser resolutivo. Una reunión que no termina con una solución sobre la mesa es solo una pérdida de tiempo para todos los involucrados. Si añades los puntos 1, 2 y 3 a una combo, puedes encontrar una solución que probablemente no tenías en mente desde el principio.
Para mí, esto es por defecto. Y honestamente, es más común encontrar personas «amables» que aquellas con otros rasgos menos agradables. ¿Y adivina qué? La amabilidad es contagiosa. Cuando aplicas estas aptitudes, puedes esperar lo mismo de los demás, distribuyendo el buen marco entre los equipos.
Por lo tanto, esta es mi forma particular de ser amable en las reuniones, y puedo decirles algo:
Solo unas pocas personas van a extrañar a los más inteligentes de la sala, pero todos van a extrañar a alguien amable.
«Este post se escribió originalmente en Inglés»
