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¿Otro típico artículo sobre el sabático, o quizás no?

¿Otro típico artículo sobre el sabático, o quizás no?

Esta semana se cumplen dos meses desde que comencé mi periodo sabático. Últimamente, cuando la gente escucha sobre mi situación, la reacción más común es:

"¡Wow, qué suerte! ¡Todo lo que haría si tuviera esa oportunidad!"

Y tienen razón: es un privilegio estar en esta posición, y la estoy disfrutando muchísimo. Pero aquí está la verdad: no es para nada lo que imaginaba. Y, siendo sincero, tampoco creo que sea lo que la mayoría de la gente se imagina.

Así que, en este espacio seguro, déjame compartir contigo algunas lecciones que he aprendido sobre esta experiencia única llamada  sabático — o como yo digo, "¿qué demonios es realmente un sabático?"

1. Cada sabático es diferente

Un periodo sabático es exactamente lo que necesitas que sea. Para algunas personas, es una oportunidad de recuperarse del burnout y encontrar paz. Para otras, es el momento de buscar experiencias que no cabían en su rutina habitual: viajar, explorar, aprender.

¿Que es lo más complicado? Muchas veces ni siquiera sabes qué necesitas hasta que ya estás en medio de ello.

Así que olvídate de las expectativas prefabricadas o de las imágenes ideales de Instagram sobre cómo "debería" ser un año sabático. El tuyo será único, y ese es el punto.

2. Lo mejor sucede cuando no lo planeas

Cuando el estrés y las prioridades diarias del trabajo desaparecen, toda esa energía mental se libera de golpe.

Al principio, es desconcertante. Instintivamente intentas llenar ese vacío con lo "de siempre": más tareas, nuevas rutinas. Spoiler: eso no sirve para nada. Dejar que eso caiga por su propio peso es el primer paso hacia algo realmente bello.

Poco a poco, recuperas tu energía creativa y empiezas a hacer cosas simplemente porque quieres, no porque debes.

En mi caso, este ha sido uno de los momentos más creativos de mi vida. Las ideas surgen como fuegos artificiales, y tengo la claridad para llevarlas a cabo. Así que, olvídate de lo que los demás esperan que sea tu año sabático. Si quieres descansar, descansa. Si quieres crear, crea.

Solo no te limites tratando de ajustarte a la versión que otras personas tienen de ello.

3. La verdadera lección: ser dueño de tus prioridades

Por primera vez en mi vida profesional, soy quien decide completamente mis prioridades. No hay reuniones, clientes o equipos que dicten mi agenda.

Es liberador, sí. Pero también es un desafío. Manejar tu tiempo sin presiones externas no es tan fácil como suena.

4. La importancia de una estructura

Este punto es bastante 0personal. Si eres como yo, un horario te mantiene con los pies en la tierra. Sin ello, es fácil perder la noción del tiempo y caer en un limbo donde los días se mezclan.

Ahora mismo, mi calendario incluye tiempo con la familia, hobbies e incluso tareas del hogar (sí, cocinar ya está oficialmente en mi agenda). Es una forma de equilibrar la libertad con la intención.

5. Tu tiempo es valioso

El hecho de que tengas más tiempo no significa que debas desperdiciarlo. Dale el valor que merece.

"Un gran poder conlleva una gran responsabilidad,"

Como diría nuestro querido Spidey. (Vale, no somos superhéroes, pero ya me entiendes).

Elige con cuidado tus actividades. Di no a las cosas que no están alineadas con tus prioridades. Este tiempo es un privilegio: respétalo.

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No se trata del tiempo, sino de las prioridades

Así que aquí está la lección: no se trata de cuánto tiempo tienes, sino de cómo decides usarlo. Alinea tu tiempo con tus prioridades, dale valor y deja que te guíe hacia lo que realmente importa.

¿Qué opinas? ¿Como lo ves tu?

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